lunes, 3 de mayo de 2010

El Ayaymama


Durante un viaje hacia el pueblo de Orellana del distrito de Amazonas, en Loreto, para cumplir con una misión de trabajo Carlos tuvo que parar en un pueblito a mitad del trayecto, ya que el bote en que navegaba habia sufrido una avería, y por el tiempo insumido en arreglarlo les alcanzó la noche antes de llegar al destino, le acompañaban dos personas, el práctico que manejaba la nave y un ayudante que como él venía de la ciudad de Iquitos, era un pueblo pequeño y gracias a la buena voluntad de los lugareños consiguieron hospedarse en una pequeña ramada, al poco tiempo de estar en tierra los mosquitos y zancudos comenzaron a incomodar a los viajeros con sus picaduras, y no tuvieron mas remedio que cobijarse dentro de la construcción de madera apoyados y cubiertos por dos mosquiteros, sin poder conciliar el sueño por la cantidad de sonidos de insectos y aves nocturnas pasaban las horas en vela. Se escuchaba el chirriar de la chicharra, algunos silbidos producidos posiblemente por murciélagos que por esa zona abundaban, hasta que muy entrada la noche escucharon un canto lastimero como si un niño o niña llorara, ...una vez se escuchaba cerca y otra lejana, a Carlos le conmovió y se puso a escuchar el triste canto con mayor atención hasta que pudo distingir que en medio del llanto alguien decía "ayaymama, ayaymama", "ayaymama, ayaymama", muy sorprendido preguntó al práctico de que se trataba eso y que raro animal era capaz de emitir tan singular sonido o llanto, y lo que el práctico dijo: es el Ayayamama, un ave que sale por las noches y busca a su mamá, y le narró que una madre en tiempos muy lejanos en un pueblo alejado en medio de la selva tuvo que dejar a sus dos niños (varón y mujer) en una pequeña quebrada en donde abundaban las frutas, el agua y los peces, para salvarlos, por que una rara epidemia habia empezado a diezmar a los pocos habitantes de aquél pueblito y ella empezaba a sentir los síntomas inequívocos de la enfermedad, los niños se quedaron jugando pero al pasar el tiempo se dieron cuenta que estaban solos y sintieron la falta de la presencia materna y se pusieron a buscarla en la noche perdiéndose en la espesura del monte, sintiéndose vencidos se pusieron a llorar desconsoladamente, en su llanto se decían: "ay como no somos aves para poder volar donde mamá, ay mamá...!", en eso el espíritu del monte conmovido por el llanto de los niños los convirtió en avecillas, y ellos volaron, pero cuando llegaron a su pueblo vieron que ya nadie vivía, todos habían muerto. Desde entonces no dejan de volar por las noches, y cuando se posan en lo alto de un árbol, cansados de buscar a su madre, hacen oír su canto lastimero "ayaymamá... ayaymamá...", Carlos conmovido por el relato seguía escuchando el triste canto del ave y se sumió en una profunda pena...

En realidad el Ayaymama existe, es un ave cuyo nombre científico es 'Nyctibus grisens', es un ave nocturna de la Amazonía, durante el día duerme en los troncos secos de los árboles, mimetizada de acuerdo al color de éstos...

Ayaymama en el tronco de un árbol

Su canto se asemeja al llanto de un niño, que dice ¡Ay ay mamá!... y esa es su triste historia...

Ayaymama

Relato escrito por: Shiringero.

4 comentarios:

ALDO CARLOS dijo...

shiringero sigue contándonos de estos seres mágicos de la amazonía son muy interesantes como el tunchi y el ayaymama

Ciro dijo...

A la medida que alcance el tiempo haré las narrativas sobre los innumerables personajes amazónicos que en la cultura selvátiva aún se conservan, muchos de estos seres mágicos en realidad existen como es el caso del 'Ayaymama', al igual que las plantas mágicas como 'El Ayahuasca' que los chamanes utilizan.

Anónimo dijo...

Muy interesante, nuestro país se envuelve entre las leyendas y la realidad, eso es lo que refresca mi alma, me saca del aburrimiento de la rutina y la realidad...

Unknown dijo...

Que quiere el pajaro cuando visita una casa